sábado, 26 de junio de 2010

Carta para Libélula

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Todo el infierno de Rimbaud que describes -esas locuras físicas y químicas y consustanciales- me recuerda a Sylvia Plath. Por favor, ya eres hebra de mi cordón vital. No te fatigues tanto. Tú puedes -siempre has sabido cómo- vivir sin que pese demasiado la lógica nefanda de nuestra condición.

Refugiáte en la creación. Cúrate del miedo adentrándote en él.

A mí me va bien; también mal. ¿Qué hacer con estas dualidades? Soy más que nunca el marqués de Bradomín, de Valle-Inclán. Y sigo en el mismo sitio, con los mismos resentimientos y las añoranzas viejas de cuando era niño y aspiraba a poseer toda la música. Justificar a ambos lados
¿No sabes nada de N.? Estuvo a punto de casarse con un castrado de ópera, pero resultó demasiado aficionado al rol de Violetta y nuestro amigo se aburrió.

Yo soy casi un burócrata que pule noticias como quien lima sus uñas con la herramienta de un carpintero.

Deberíamos, tú y yo, salir para la playa en una guarandinga y quedarnos ahí, en el fondo.

Vive todavía.
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3 comentarios:

◊ dissident ◊ dijo...

"Cúrate del miedo..." Adentrarnos en nosotros mismos es lo que más miedo nos da, por eso no perdemos nuestros temores.

Besos

Maykel dijo...

Siempre está vigente el "conócete a ti mismo" del oráculo de Delfos, pero da miedo -es cierto- examinar lo que hay allí, tan adentro.

Muchos besos para ti.

Anónimo dijo...

Querdido viajero, ojalá por un segunda fuera Plat quien me posellera, pero esta vez es más terrible o menos según lo positivo del día, Jim Morrison viene a mí, le llaman borderline y tengo los brazos como afluentes de ríos.. estigmas....

Si algún día de estos notas un beso frío sobre la frente, sabrás que sigo acá, y seré viajero, pero como el buque fantasma aquel.. tú, mientras tanto ten fe, yo estoy haciendo todo lo posible porque mis pies me mantengan atado a la tierra..

"Padre nuestro que estás en la tierra; en la fuerte
y hermosa tierra;
en la tierra buena"

Te quiero, y mucho. ¿Lo sabes, no?