-
Intacto sigue -impedido de palparse-,
con la acritud de un libro intonso.
Se arropa con los paños de un muro
-va de púrpura, tremola una túnica-
y sale a pregonarse numen,
a mentir
con su verdad inaudita,
mientras los animales esquivan el rastro de su hedor.
De cuando agitaba la pernera
para aligerarse quedó un puñado de calderilla.
También dejó caer unas tijeras
con la trompeta del Juicio
grabada junto al tornillo que articula ambos filos.
Por la cisura se fue la noción de cualquier dictamen diáfano.
El clamor de la trompeta
–su verdad inaudita- me ensordeció.
Él seguía a salvo, malogrado para el mundo,
como un libro intonso.
Rosita Fornés sobrevivió a la nostalgia.
-
Rosita Fornés sobrevivió a la nostalgia.
Por Lázaro Sarmiento.
Hace unas horas, un joven mostró en las redes sociales un tatuaje en su
antebrazo ...
Hace 4 años
3 comentarios:
Nuca encontré belleza en estos libros, parecen inacabados, no así en tus letras.
Argonauta, lo que me violentaba un poco de estos libros era el acto de rasgar los pliegos.
Lo intocado como cualidad esencial desaparecía...
Un abrazo.
Publicar un comentario