¡Tierra! claman; ansiosos miramos
el confín del sereno horizonte,
y a lo lejos descúbrese un monte…
Le conozco… ¡Ojos tristes, llorad!
Heredia
(Himno del desterrado, 1825)
-
Los vivientes que algún día
triscaban en tu espesura,
hoy salen como las hadas
al resplandor de
Plácido
(Al Pan de Matanzas)
Selva, montaña, campesina sombra
cedieron a la hoz y al hacha dura,
dejando un pueblo donde muerte había.
Manzano
(A la ciudad de Matanzas
después de una larga ausencia)
¡oh, Matanzas! ciudad adorada
que en dobles corrientes el rostro te ves […]
Milanés
(De codos en el puente, 1842)
Llevad mi canto y los recuerdos míos
A la bella ciudad de los dos ríos.
Delmonte
(A Matanzas)
Te quiero porque eres triste,
triste como la tristeza
Carilda
(Canto a Matanzas)
Y el coche oscuro se ha ido!
Cintio
(De mi provincia, 1945)
Me parece que has conseguido, Maykel, las imágenes del tercer viaje a Marte de las Crónicas Marcianas. En ese caserón hemos soñado todos.
ResponderEliminarUn abrazo
Nunca olvidaré mis viajes a Matanzas de mano de mi pez ni los girasoles tímidos que le regalamos a Carilda y sus gatos.
ResponderEliminarGracias por este álbum.
Tuyo.
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ResponderEliminar¡Aplausos!
ResponderEliminarSiento que me quedé en otro tiempo, en otra tierra.
Eso es bueno.
Abrazos a todos.
ResponderEliminarEstos días anduve de viaje; esperen crónicas.
Me debo una estancia menos efímera en Matanzas.
¿Me estás convidando a los puentes, Reinier?
¿Alguien más quiere venir?
...
Esperamos esas crónicas con las ansias de un niño goloso ante una pastelería.
ResponderEliminarciao dall'italia
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